El Trankimazin es el nombre 
                comercial dado a un tipo de medicamento entre cuyas funciones está tratar los problemas 
                relacionados con la ansiedad. Su principio 
                activo fundamental es el Alprazolam además de otros componentes utilizados para su 
                elaboración: estearato de magnesio, lactosa monohidrato, docusato de sodio al 85% con 
                benzoato de sodio al 15%, celulosa microcristalina, almidón de maíz y dióxido de 
                sílice coloidal. Su uso está contraindicado en pacientes alérgicos a algún o varios 
                componentes de la fórmula y debe ser suspendido su suministro al organismo inmediatamente 
                si existe sospecha de intoxicación. 
                Se encuentra comercializado en forma de píldoras y gotas cuya entrada es por vía 
                oral. Las pastillas de Trankimazin pueden ser reconocidas por su color blanco, azul o 
                amarillento y su forma elíptica y van desde presentaciones de 0.25mg hasta 2mg variando 
                la cantidad de medicamentos en cada blíster. 
                Está prohibido el uso del Trankimazin 
                en pacientes con historiales respiratorios o en aquellos que tienen serios problemas en el 
                hígado o de tipo muscular grave, además se recomienda la opinión médica certificada si 
                se tiene algún padecimiento relacionado con los riñones y si han existido o existen 
                episodios recurrentes de depresión. La aparición de síntomas como la hiperactividad 
                excesiva puede aparecer luego de iniciado el tratamiento y se puede llegar a producir 
                tolerancia al medicamento, debido a esto, se agudiza la necesidad de acudir a las 
                consultas médicas frecuentes, no cambiar la dosis recomendada si no es recetado por un 
                especialista, ni mezclarlas con otro tipo de benzodiacepinas. El abandono brusco del 
                tratamiento puede dar lugar a la aparición de los síntomas iniciales para los cuales se 
                prescribió el medicamento. Otra de las pautas a tener en cuenta y que suponen 
                consecuencias adversas para el paciente es la administración de Trankimazin a quienes 
                lidian con el uso de drogas. 
                Existen otros grupos de medicamentos que no interactúan de forma amigable al 
                combinarlos con el tratamiento entre los cuales se encuentran: los relacionados con la 
                curación de hongos (ej: Ketoconazol) a causa del aumento de la concentración de Alprazolam en el organismo; la 
                Eritromicina (y otros de la misma clase), protectores gástricos, anticonceptivos 
                administrados por vía oral, Diltiazem, Dextropropoxifeno (produce una intensa depresión 
                sobre el Sistema Nervioso Central), Ritonavir, Digoxina y Paroxetina. La interrelación 
                con antidepresivos tampoco resulta favorable. 
                Es de vital importancia evitar el consumo de esta sustancia en mujeres embarazadas o que estén en el proceso de lactancia 
                materna así como en edades menores a 18 años. También es imprescindible vigilar su uso 
                en pacientes de la tercera edad por los efectos colaterales que pudiese presentarse 
                destacándose: disminución de la capacidad de concentración, desorientación, ataxia, 
                enlentecimiento y deterioro de la capacidad motora, confusión, aparición de movimientos 
                involuntarios afectando los de tipo ocular, cambios frecuentes del estado de ánimo 
                (irritabilidad), alucinaciones y dificultades para conciliar el sueño, otros de tipo 
                digestivo aparecen con frecuencia y van desde náuseas y vómitos hasta estreñimiento y 
                diarrea. Asociado a esto puede ocurrir la aparición de otros síntomas indeseables 
                afectando el tracto urinario, el sistema endocrino y el cardiovascular. 
                Muchos han sido los casos de intoxicación severa ya sea por administración 
                irresponsable de este medicamento o por ingestión accidental. En tales casos son variadas 
                las reacciones que pudieran presentarse y estas se enfocan sobre una afectación directa 
                al sistema nervioso, no obstante, formas de contrarrestar estos efectos y disminuir su 
                acción dañina sobre el organismo suponen: lavados gástricos, vómitos provocados, 
                tratamiento con norepinefrina y otros receptores antagonistas de las benzodiacepinas.  |